En octubre del 2022 (a los tres meses de abrir la persiana de Surya Bikepacking), quisimos juntarnos con un pequeño grupo de amigxs a modo de inauguración de la tienda y centro de yoga.
Las fechas no eran las que más nos hubieran apetecido, porque al coincidir con las Fiestas del Pilar en Zaragoza, sabíamos que había amigos muy queridos que no iban a poder venir. Pero también queríamos una climatología más suave para esta primera kdda.
Teníamos claro que el formato era de fin de semana, con un alojamiento con unas características concretas como punto de partida y encuentro en cada jornada.
La búsqueda del lugar no fue fácil. Teníamos en mente un espacio amplio para finalizar la jornada con práctica de yoga suave y muy relajante, que fuera propicio para ello (buena climatización, silencioso…) y sobre todo, que hubiera plazas suficientes para esas fechas. Al final, Orihuela del Tremedal (Sierra de Albarracín) fue el destino. Elegimos la Residencia de Tiempo libre, situado en uno de los pueblos más altos de España, entre bosques, con instalaciones adecuadas a lo que queríamos. Un poco farragoso el tema de la solicitud, formalizar la reserva del grupo…pero bueno, todos los males sean esos. Mereció mucha la pena.
A partir de ahí, lo demás, fue rodado: convocar a un grupo de unas 20 personas, las rutas, trazadas por un gran conocedor de la zona, Ernesto y muchas ganas por parte de todxs de volver a vernos.
Siempre que hemos organizado algo similar el corazón nos ha podido sobre todo lo demás. Al final, queremos poder compartir, conversar, reír, escuchar y frikear con todo el mundo. Y eso, en grupos más allá de ese número, lo vemos difícil para un fin de semana. En estos tiempos frenéticos con tanta limitación del tiempo de ocio, y en el momento vital en el que estamos, nuestro anhelo es de poder ser sobre todo, y ante todo, amigos. A veces, menos es sin duda, mucho más. Mucha gente se queda fuera, es verdad, pero iremos haciendo más quedadas a lo largo del año.
Así, se acercaron hasta Teruel amigxs de Soria, Valencia, Barcelona, Zaragoza, Madrid, y Francia. Agradecidísimos a todxs por el esfuerzo (en algunos casos, titánico) para celebrar con nosotros este proyecto que es SURYA BIKEPACKING de la manera que más nos gusta: rodando por estas tierras increíbles, con unos días de un sol otoñal que fueron un verdadero regalo, viendo una manada de jabalíes corriendo en paralelo a nosotrxs a unos metros de distancia, subiendo hasta miradores desde donde contemplar vistas que te dejan sin aliento y sin palabras, pararnos mil cuatrocientas veces a hacer fotos costumbristas y algunas hasta analógicas, recomponer la respiración tras las subidas, vibrar en las bajadas, hacer auténticos ensayos técnicos sobre geometrías y materiales de construcción y componentes adecuados (es lo que tiene juntar a un constructor, varios mecánicos, y expertos varios), pasar a hablar de costura, tejidos y tendencias en esto del «bolsismo» (sería raro que en nuestras kddas no hubiera uno o más relacionado con el diseño y creación de bolsas de Bikepacking) y sobre todo, mucho, pero que mucho, amor a las bicis y todo lo que nos aportan.
Cada mañana, nuestra amiga Yoli de @lakoffecleta nos preparaba por turnos café del bueno. El café de especialidad que nos preparó cada mañana era un Colombia- Laderas del Tapia, variedad caturra y proceso natural fermentación 48 horas y tostado por @vander_coffee en Jaén. Realizado en V-60 donde la extracción se hace por goteo y Aeropress que la hace por presión.
Ahí es nada. Yoli estaba un buen rato preparándonos esta delicia, con tanto amor y cariño…un lujo tenerte por aquí amiga. Y a tu arte y tu café!
PUNTO DE ENCUENTRO PARA TOMAR EL CAFÉ QUE CON TANTO MIMO NOS PREPARABA CADA MAÑANA YOLI DE @lakoffeekleta.
La ruta del sábado, de 45 kilómetros y poco más de 1000 metros de nivel positivo, nos llevó desde Orihuela a visitar tres puntos elevados: el Mirador de la Portera, el Refugio de Matapán y la Ermita de San Cristóbal. En este punto y dada la hora, algunos optamos por bajar directamente al bar de Orea, donde después nos reagrupamos para regresar en pelotón a la Residencia.
Al finalizar el sábado la jornada y tras una ducha, nos juntamos en el salón principal de la Residencia para una sesión de hora y media de yoga integral. Cris planteó una sesión de tarde, suave pero transformadora, desde una preparación respiratoria, corporal y una relajación y meditación final. Toda la sesión fue concebida como una meditación en sí misma, con mucha consciencia y presencia y con el objetivo de llegar a ese silencio en el que todo se muestra y se vuelve elocuente. La entrega del grupo, su disposición y apertura, fue como ese sol (SURYA en sánscrito) de otoño que durante el día nos acompañó, un regalo sin duda.
La ruta del domingo fue mucho más suave, teniendo en cuenta que debía que regresar cada mochuelo a su olivo, algunos de ellos a cientos de kms. Fueron 26 kms y 500 metros positivos, y a la hora de comer ya estábamos de vuelta en la Residencia. Subimos al Mirador Corral de Mingón, con unas vistas espectaculares.
Y tras la comida del domingo, tocaban las despedidas. Esos «hasta la próxima», esos abrazos largos y sentidos, llenos de ese cariño y confianza del que nos fuimos llenando todo el fin de semana. Plenos de alegría, de risas , de conversaciones amenas, interesantes, de compartir en definitiva, esta filosofía, esta forma de hacer, de rodar, de sentirnos, de hacernos Conscientes de la bella Comunidad que formamos, y de aprender por el camino que puedes sostener y ser sostenidx, acompañándonos, maravillándonos a cada kilómetro por esta Tierra que nos acoge.
Habrá más, lo prometemos!!!
(Faltan Loren y Alba en esta foto)